Robles en Canicosa de la Sierra Haritz - Oak tree


  Canicosa de la Sierra
     (Burgos)






















Un incendio se puede apagar 20 años antes de que ocurra si se realizan tareas permanentes de limpieza y restauración de los montes. Bajo esa política, defendida por la organización ecologista WWF, algunos ayuntamientos españoles, que han sufrido el efecto de grandes incendios en los últimos años, estudian la implantación de los llamados"cortafuegos verdes", una iniciativa de la Fundación+Árboles que consiste en reforestar zonas con especies forestales que resisten mejor el fuego.
La técnica de cortafuegos verdes consiste en la plantación de especies autóctonas que amortiguan el efecto del fuego e impiden que el fuego pase de un lado a otro del monte. Se trata de conservar las condiciones de la tierra anteriores al paso del incendio y se ajusta a cada zona de la península. También promueve el empleo rural, la conservación de la biodiversidad del espacio natural y el estado del entorno forestal para su disfrute.

Cada año arden de media en España 116.000 hectáreas. En los últimos 20 años se han visto afectados por los incendios 3,1 millones de hectáreas, el 25% de la superficie forestal total, según datos del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente. De continuar esta tendencia, suponiendo que todo el territorio se quemara por igual y que todos los incendios se produjeran sobre superficie arbolada, en 2075 no quedaría un solo bosque en pie, según el último informe de WWF,Los Bosques después del Fuego
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