viejo tocón de castaño-gastainondoa-chestnut tree

Salduraño (Karrantza)

Un total de 21 árboles forman el calendario celta diseñado por los druidas, los sacerdotes de este pueblo antiguo. El roble y el olivo, identificados con la valentía y la sabiduría, representan respectivamente los equinoccios de primavera y otoño. El abedul y la haya, por su parte, tocados por la inspiración y la creatividad, están destinados a los solsticios de verano e invierno. Los 17 árboles restantes representan periodos equidistantes y contrapuestos entre sí.



Entre ellos figura el manzano, identificado con el amor; el abeto es el misterio; el olmo la nobleza; el ciprés es la fidelidad; el álamo la incertidumbre; el cedro hunde sus raíces en la confianza; el pino es lo particular; el sauce llorón bebe de la melancolía; el tilo retrotrae a la duda; el avellano conecta con lo extraordinario; el serbal es la imagen de la sensibilidad; al arce ha sido identificado con la mentes abiertas; el nogal es la pasión; el castaño la honestidad; el fresno simboliza la ambición; el carpe es el árbol del buen gusto; y la higuera se identifica con el valor de la sensibilidad.



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