(La palma)
Para entender el significado de ‘estar en el quinto pino’, es necesario remontarnos a principios del siglo XX. Entre las calles madrileñas de Recoletos y Alcalá, había 5 frondosos pinos colocados en fila. Por aquella época no estaba bien visto el besarse en público, y como el último de los troncos estaba alejado y era poco concurrido, los enamorados solían esconderse tras él para demostrarse su amor.