La Parte (Burgos)
Los árboles y las plantas forman los que se conoce como flora.
Los árboles y plantas, como las personas, tienen vida propia, nacen, se
alimentan, respiran, crecen, se reproducen y mueren. Nos proporcionan
muchas cosas, éstos son algunos ejemplos: Alimentos para personas y animales. Materiales de construcción y herramientas. Leña para cocinar. Medicinas. Fibras para textiles y otros muchas más. Además los bosques proporcionan otros beneficios. Las raíces de los árboles detienen el agua de la lluvia, permiten que el agua se filtre en la tierra. Así las aguas subterráneas se ven incrementadas y se evita la erosión del suelo, esto es la pérdida de la primera capa de suelo donde se encuentran los nutrientes de la flora.
Las ramas y las hojas de los árboles dan sombra, con ello el suelo no se calienta tanto y se retiene una mayor humedad. También con esa sombra se favorece el crecimiento de otras plantas como por ejemplo el café.
Los árboles están constantemente renovando sus hojas, éstas caen al
suelo y al descomponerse forman una capa vegetal llamada humus que nutre
y fertiliza el suelo. Los árboles pueden hacer de cortavientos
protegiendo así a otras plantas y hasta al mismo suelo. Producen
oxígeno, sin este elemento no podríamos respirar. Son
la casa de muchos animales, insectos, pájaros que a su vez se alimentan
de otras especies y de alguna manera controlan la aparición de las
plagas.
La deforestación.
La
deforestación consiste en la desaparición de los bosques como
consecuencia de la tala indiscriminada de árboles. Las consecuencias de
la deforestación son:
La
disminución de la filtración del agua de la lluvia en el suelo. Si no
hay árboles, tampoco habrá raíces y se filtrará menos agua y por tanto
disminuirán las aguas subterráneas, provocando que los pozos y
manantiales se sequen.
Se
producen inundaciones. Al llover y no ser absorbida el agua de la
lluvia por los árboles, ésta corre y arrastra la tierra, piedras que
llegarán al cauce del río, aumentando su caudal provocando inundaciones
en los alrededores del río.
Aumenta
la erosión. Al no ser absorbida el agua de la lluvia se arrastra la
capa vegetal de la tierra donde germinan las semillas y crecen las
plantas. Además al desaparecer los árboles el viento no se puede parar
de una forma natural golpeando directamente al suelo, levantando polvo y
por tanto erosionando el suelo.